3 de julio de 2012

EX-LIBRIS, arte en pequeño formato

 Artículo de Antonio Jesús Rodríguez Baz publicado en el año 2008, en el nº 87 del Boletín Cultural Teodosio 5, publicación trimestral del Ilustre Colegio de Doctores y Licenciados en Bellas Artes y Profesores de Dibujo de Andalucía.
A pesar de ser protagonista indiscutible en el llamado mail art o arte por correo, el ex-libris sigue siendo un gran desconocido en el panorama artístico mundial. Muchos son los que aún creen que no es más que una pequeña estampa, que sirve para separar las páginas de un libro a modo de marcador, pero desconocen su verdadero significado y sus orígenes que se remontan al siglo XV a.c.
La Real Academia de la lengua lo define como una marca de propiedad que normalmente consiste en una estampa, etiqueta o sello que suele colocarse en el reverso de la cubierta o tapa de un libro, y que contiene el nombre del dueño del ejemplar o de la biblioteca propietaria. El nombre del poseedor va precedido usualmente de la expresión latina ex libris (Fig. 1) (o también frecuentemente ex bibliotheca, o e-libris), aunque podemos encontrar variantes como soy de o este libro pertenece a.


Además de la leyenda que acredita la pertenencia del libro a una biblioteca personal o institucional, por lo general el ex libris exhibe también alguna imagen (Fig. 2). Los ejemplos más antiguos emplean escudos heráldicos; posteriormente predominan imágenes de contenido  alegórico o simbólico (muchas veces acompañadas de algún lema). La tipología de las imágenes se ha ido diversificando mucho: abundan por ejemplo las relacionadas con la profesión, actividad, gremio o afición del dueño, también se encuentran muchos de contenido erótico (que habitualmente señala la pertenencia del ejemplar a una colección especializada en esa temática), de tema "macabro" (con esqueletos o calaveras alusivos al paso del tiempo y a la muerte), monogramas, etc. Son frecuentes también los motivos relacionados con el mundo del libro y las bibliotecas.                                       

Figura 2. Osvaldo Jalil (Argentina)   
                      
Suele citarse como primer antecedente una placa de barro cocido esmaltada en color azul con inscripciones jeroglíficas, conservada en el Museo Británico de Londres, que perteneció al faraón egipcio Amenotep III (s. XV a. C.) y que habría sido utilizada como marchamo de propiedad en los estuches de los rollos de papiro de su biblioteca.
Durante la Edad Media los ex libris fueron inscripciones manuscritas hechas por monjes calígrafos en códices, bíblias, beatos, libros de horas, o bien libros de caballería, feudos, privilegios etc., que aseguraban y garantizaban la propiedad de las obras.
No obstante, no es hasta la invención de la imprenta en 1440, o  1450 según las fuentes,  con la publicación de la llamada Biblia de las 42 líneas o de Mazarino cuando se produce el auténtico inicio del ex libris tal y como hoy lo concebimos. Al poder multiplicarse las ediciones de libros es, tal como dice una de las mejores definiciones del tema "cuando se adapta el procedimiento tipográfico y el mismo xilográfico primitivo a la producción de etiquetas o estampas susceptibles de ser adheridas a la parte interna de las encuadernaciones o a las primeras hojas de los libros; siendo esta la forma por excelencia de la marca de posesión del libro". En esta primera etapa del ex libris el tema que predomina es el heráldico hasta que en el siglo XVIII es paulatinamente sustituido por el alegórico. Las técnicas empleadas van desde la xilografía durante los siglos XV y XVI, o la calcografía en los siglos XVII y XVIII hasta la litografía, serigrafía y fotograbado del siglo XIX. La producción de ex libris durante este periodo es más bien escasa hasta llegar a finales del siglo XIX y comienzos del XX cuando se produce un auténtico auge  del ex libris coincidiendo con el Modernismo o Arte Nuevo y favorecido por la Revolución Industrial. 
Alrededor de 1900 se inician las primeras asociaciones, nace la figura del coleccionista, auténtico vertebrador del exlibrismo durante todo el siglo XX, se publican libros y revistas especializadas, se celebran congresos y exposiciones y el cultivo de esta actividad pasa a manos de artistas que elevan el nivel de calidad de las técnicas tradicionales de grabado. Desde entonces el ex libris, que en sus principios se utilizaba solamente para proclamar la pertenencia de un libro, se convierte en un vehículo de expresión estética siguiendo un itinerario evolutivo hasta alcanzar categoría de auténticas obras de arte en miniatura, objetos de colección e intercambio a nivel internacional.
El primer tratadista de ex libris de España, ya en 1875, fue Don Mariano Pardo de Figueroa, más conocido como el Dr. Thebussem.
Los ex-libris de Alexandre de Riquer, son pequeñas obras de arte, en Cataluña, ex-libris y Alexandre de Riquer son conceptos inseparables.
Alexandre de Riquer no sólo introdujo el ex-libris moderno en Cataluña, también fue el primero en promoverlo a través de publicaciones como Luz (1898) o Joventut (1900) y de dignificarlo por medio del grabado calcográfico.
Riquer fue el primer artista catalán que publica un libro con ex-libris (1903) que recoge su producción hasta aquel momento.
Uno de los principales motores del ex libris resultan ser los  coleccionistas, entre los que destacan algunos nombres, como Benoît Junod, Mario Da Mota Miranda, Vicente Sánchez Moltó –que colecciona ex libris eróticos– o Mario de Filippis, que tiene la mayor colección del mundo y envía mensualmente cientos de sobres repletos de arte en pequeño formato a sus amigos grabadores y coleccionistas.
Su colección está compuesta por cerca de 130.000 ex libris, que van desde el año 1600 hasta hoy, de los cuales 13.000 son suyos, personales, realizados para él por artistas de todo el mundo. (Fig. 3).
    
Figura 3. Osvaldo Jalil (Argentina)

En la actualidad existen muchos coleccionistas españoles amantes del ex libris, entre ellos Francesc Orenes Navarro. El que fuese profesor de Diseño en la facultad de Bellas Artes de la Universidad de Barcelona y presidente de la Associació Catalana de Exlibristes tiene en su colección alrededor de 20.000 ex libris clasificados por países de origen.
José Miguel Valderrama Esparza presidente de la Asociación de Exlibristas Andaluces (A.A.E.) es  coleccionista de ex libris desde 1999, y posee unos 6000 ejemplares realizados con diferentes técnicas.
Así como el grabado está supeditado a una serie de normas establecidas en el III Congreso Internacional de Artistas celebrado en Viena en 1960 y ratificado por la declaración de Venecia de 1992, el ex-libris, también debe cumplir una serie de condicionantes para ser considerado como tal. Estas pautas están regladas por la Federación Internacional de Amigos de los Ex Libris (FISAE), estableciendo así, una normativa común para todos los exlibristas.
. Por ejemplo, la alegoría, que es la imagen, debe resumir la personalidad del destinatario. Para llegar a esa alegoría, a esa síntesis, el artista tiene que tener información de la persona a la que se lo hace: sus gustos, algo que lo defina. Además, tiene que estar el nombre de la persona o la institución que lo va a usar, porque es para alguien que está vivo o en actividad: no se puede  hacer un ex libris a Pablo Picasso o, si se hace, debe aparecer la inscripción In memoriam Pablo Picasso. Y además tiene que estar la palabra ex libris, o "este libro es de" en español. Si se hace para una colección de libros eróticos o de medicina o de cocina o de música, se puede clasificar: ex libris erotici, ex musici...
Y si en principio las únicas técnicas empleadas eran la xilografía o la calcografía, hoy se incluyen la litografía, la serigrafía, y aun la elaboración digital, a tal punto que un español, de nombre José Manzano, fanático de los ex libris con alegorías de búhos, creó una categoría nueva: ex webis, para referirse a ex libris que sirven para identificar páginas web.
Aunque se estima que hay unos 10.000 coleccionistas alrededor del mundo, reunidos en unas 40 asociaciones, cabe destacar el trabajo realizado para la difusión del ex libris de algunas asociaciones como (Bookplate Society, en Inglaterra; Deutsche Ex Libris Gesellschaft, en Alemania; American Society of Bookplate Collectors and Designers, en Estados Unidos), y en especial Xylón Argentina, que junto con G.A.D.E.L. (Gente amiga del Ex Libris) desarrollan una labor excepcional, siendo el principal foco activo en la creación y divulgación del ex libris en latinoamérica.

Bibliografía

"Historia Básica del Ex Libris" Editorial Siglo XXIII. J. Crudo y E. Pujol, 1996, Madrid.
 “El Ex Libris: tratado general: su historia en la corona española.” Edit. Patrimonio Nacional. Antonio L. Bouza. Madrid 1990
Para saber más:
www.geocities.com/andaluzadexlibristas
http://www.exlibrismuseum.it/

http://www.fisae.org/
http://karaart.com/prints/ex-libris/1d.html
http://www.andaluzadexlibristas.es/
http://www.xylonargentina.com.ar/
http://bookplatejunkie.blogspot.com/
http://www.bookplatesociety.org/

http://www.geocities.com/exwebis/Castenlaces.htm